El relicario se abre en forma de cruz, teniendo en el centro un "depósito" para resguardar las hostias, y otro depósito en la parte baja de forma cuadrada. Las cuatro esquinas de la cruz están decoradas por uvas y espígas de trigo, mientras que el "hostiario" lleva un monograma de Jesús sobre una hostia con resplandor que está sobre un cáliz y a ambos lados uvas y espigas de trigo. Todo esto está realizado sobre razo blanco y terminado con un cordoncillo. Por la parte de afuera se trata de un trabajo de piel repujada, en la parte posterior se pueden ver repujadas en piel unas letras que no se pueden distinguir.