Es una reliquia enmarcada junto con su auténtica, es decir, el documento que certifica su autenticidad. Es una reliquia de plata tocada de la lanza con la que atravesaron el costado de Cristo ya muerto.
Cabe recordar que después del Concilio de Trento, para evitar la falsificación de reliquias fue necesario reglamentar y documentar todo al respecto.