Como remate del nicho de la Virgen de la Defensa se colocó un conjunto formado por dos Ángelitos niños de estuco, desnudos y que sostienen guirnaldas. Cuatro grandes roleos sostienen una peana en cuya parte superior sobre nubes está el libro de los Siete Sellos y sobre él, el Cordero Pascual, sosteniendo un estandarte.