Retablo barroco anástilo, en el que los nichos con peana son coronados con dosel y tienen cortinajes y esculturas, se integran a la gran pilastra estípite del largo de todo el cuerpo. Al centro del cuerpo tiene una gran vitrina con escultura envuelta con cortinajes que sostienen angelillos y coronada con dosel, seguida de un nicho con concha y escultura. Todos los resquicios han sido decorados ya sea con pequeños óleos sobre tela o en tallamientos de guirnaldas, follaje y angelillos, limitando áreas con cornisas mixtilíneas. Los laterales del cuerpo del retablo están dados por gruesas medias muestras salomónicas. El remate está coronado con una concha semicircular que sigue la forma de la bóveda de cañón del transepto. Ya sin estípites, continúa con el mismo criterio de decoración que en el cuerpo del retablo, con pequeños óleos sobre tela que flanquean el nicho central en el que existe una ventana y está decorado con un grupo escultórico, Otras dos esculturas dispuestas sobre los mismos ejes de las estípites y la abundante ornamentación complementan la obra.
Observaciones del bien mueble
Presenta abrasión en las capas pictórica y dorada.