El retablo de esta capilla es sumamente interesante. Está formado por un solo cuerpo dividido en tres calles y un remate a manera de festón, que también lo rodea por los laterales. Desde una base de unos pocos centímetros se levantan unos llamativos soportes antropomorfos. Los dos laterales son antropofitomorfos, y sobre la cabeza se ven unos grandes roleos vegetales. Los del centro, son sirenas, aunque obviamente tienen cuerpo de pez y rasgos femeninos, pero sin busto. Además tienen brazos y manos que sujetan unos roleos fitomorfos que cubren un vientre abultado. En este caso, ambas figuras tienen la cabeza inclinada hacia el centro y están tocadas por unos paños que envuelven sus cabezas. Entre ellas y la imagen de la Virgen de Guadalupe hay todavía unos mascarones de cuya boca abierta sale un abundante follaje. Estas interesantes formas rodean los nichos laterales donde se encuentran las imágenes de Santa Ana y San Joaquín a izquierda y derecha y en el centro la Virgen de Guadalupe. Cada nicho está rematado por una cornisa mixtilínea.