El retablo consta de dos partes exentas: el sagrario de cantera, en la parte delantera y hacia atrás otra parte ocupada por una construcción que evidentemente es más reciente, de mampostería y cemento. Además de la diferencia de los materiales, hay diferencias estilisticas: el sagrario, formado por una mesa de altar, seguida por tres gradas sobre las que se eleva una construcción de gusto ecléctico, con elementos como un arco trilobulado y un remate cónico, divididos por una cornisa mixtilínea. En cambio, la parte posterior intenta volver a las formas neoclásicas tradicionales. En la base alta del retablo, hay dos ingresos laterales. La ornamentación está hecha con base en grandes hojas doradas. En el primer cuerpo consta de tres calles, separadas por columnas de capitel compuesto y fuste acanalado. La primera calle está ocupada por San Pedro, el centro corresponde al sagrario y una imagen de Cristo y la otra calle a San Pablo. El gran friso ornamentado y la cornisa que separan ambos cuerpos, se interrumpen en el centro para formar una especie de nicho donde se encuentra la imagen de la Virgen de Guadalupe en pintura y Juan Diego en escultura. El remate del conjunto está formado por un gran arco de medio punto que también sigue el movimiento central, compuesto por tres niveles de construcción poco armoniosa, formalmente confusa y sin ningún interés artístico.
Observaciones del bien mueble
En toda la superficie del retablo se ven perforaciones hechas seguramente para sujetar los ornamentos para las fiestas.
