Es el tipo de retablo que Jorge Alberto Manrique denominó anástilo (sin columnas). En lugar de los soportes tradicionales, las calles se organizan limitadas por pilastras ornamentadas. En cada calle lateral hay peanas que ocupan toda la altura del cuerpo del retablo. La calle central está ocupada por una tela y remata con una forma mixtilínea que rompe la cornisa que remata el primer cuerpo. El segundo cuerpo es en realidad un remate muy desarrollado. En los laterales formas acanaladas rodean dos relieves en óvalo y en la calle central, un nicho con dos arquivoltas muy ornamentadas alojan una escultura que se abre paso entre un colorido cortinaje. En la base del retablo se ven 6 figuras en relieve, lo que permite suponer que originalmente el retablo estuvo dedicado a ser un altar de ánimas. Estas figuras de medio cuerpo consumidas por las llamas del purgatorio, son hombres y mujeres y entre ellos se ven un rey y un papa.
