Retablo neoclásico. Dos pilastras enmarcan un nicho que cierra en un medio punto.
El retablo remata con un entablemento elaborado y con cuatro pináculos en forma de alcachofas.
Sobre el entablamento hay un ovalo donde se encuentran algunos motivos iconográficos no muy claros, uno de ellos es un craneo. El craneo es un elemento asociado a diversos santos, particularmente los ermitaños, pero en ningun caso a San José.