Este retablo alberga un amplio nicho donde se veneraba un Calvario del que fueron sustraidas las imagenes de la Virgen y San Juan pintadas al óleo sobre tela. El Cristo crucificado, una talla de gran calidad, aun se conserva.
El retablo en si, ostenta por todas partes elementos fitomorfos muy estilizados: hojas, flores y racimos de uvas. Tiene además dos amorcillos atlantes en la predela. al pie de las dos columnas que enmarcan el retablo. Estas columnas salomónicas presentan un pronunciado éntasis en la parte media del fuste de la columna.
En las paredes del nicho central los elementos vegetales estan coloreados con corladuras de tonos verde, rojo y violáceo.
Observaciones del bien mueble
Este retablo desplanta de la predela, sobre un poyo de mampostería muy bajo.