Este es un interesantísimo ejemplo de un retablo pintado. El espacio pictórico está organizado con calles como si de un retablo se tratase. En el centro se encuentra representada la escena de los desposorios. Arriba de ésta se ve la Santísima Trinidad. En el lateral izquierdo, abajo se representó la adoración de los pastores y arriba la circuncisión. Del lado derecho abajo se ve la representación de Jesús Niño con sus padres y arriba la presentación en el templo. A cada lado de la escena central, como si se tratara de una pilastra-peana, se encuentra San Joaquín y Santo Domingo de Guzmán a la izquierda y Santa Ana y San Francisco de Asís a la derecha. Hay angelitos alrededor de las imágenes, que llevan atributos relacionados con las escenas, como instrumentos, musicales, corderos, palomas, cálices, etc.