Se trata de un retablo neoclásico formado por tres calles, un cuerpo y remate. Presenta tres nichos, al centro uno con la imagen de la Virgen María en su advocación de la Candelaria y dos laterales con las efigies de dos santos, tallas de madera policromada y estofada al parecer más antiguas que el retablo neoclásico. Las tres calles del retablo están indicadas por unas pilastras estriadas rematadas en capiteles corintios. La base del retablo es un zócalo con las cuatro basas de las columnas. El remate del altar es un entablamento con un friso con decoración vegetal y un frontón curvo. En la parte más alta se aprecian tres figuras, al centro una Inmaculada Concepción y a los flancos los arcángeles Miguel y Gabriel. Detrás de la imagen de María se encuentra un ojo inscrito en un triangulo con una serie de rayos dorados que salen del centro. Esta es una de las maneras de representar a la Trinidad.