Escultura que representa al Sagrado Corazón de Jesús, tiene la mano derecha levantada en actitud de bendecir y la mano izquierda se posa en su corazón inflamado. La ropa está decorada en el bies u orla con hoja de oro. La devoción al Corazón de Jesús tiene un origen medieval, siendo los escritos de santa Matilde de Hackeborn y de santa Gertrudis de Helfta uno de los testimonios más antiguos. Sin embargo la fuente más importante de la devoción en la forma en que la conocemos ahora, fue Santa Margarita María Alacoque de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció. En estas apariciones Jesús le dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían algunas gracias divinas. El confesor de Santa Margarita María Alacoque fue San Claudio de la Colombière, quién creyendo en las revelaciones místicas que recibía, propagó la devoción. Los jesuitas propagaron la devoción por el mundo a través de los miembros de la compañía. A mediados del siglo XX, el capuchino italiano San Padre Pío de Pietrelcina, y el Beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús.