Parado sobre un cúmulo de nubes esta representación elaborada en yeso y tela enyesada nos muestra a un Sagrado Corazón con las manos abiertas en actitud de recibir. Aunque se le pretendió dar movimiento al cuerpo jugando con los pliegues del manto y la túnica, esta intención resultó poco afortunada hasta chocar en la parte del pecho donde los pliegues se contraponen al corazón expuesto de Jesús.