El sagrario está elaborado en bronce moldeado, está compuesto de un panel rectangular flanqueado por columnas hexagonales; en la parte central se observa un alto relieve del Agnus Dei sobre un libro con los siete sellos, debajo de los cuales se ve un resplandor; encima del cordero de Dios se observa una cruz latina rodeada de nubes y el resplandor. El sagrario es el lugar en los templos donde se contiene reservado el Santísimo sacramento. El sagrario o tabernáculo se añade con frecuencia al retablo y puede tenerse como parte integral de éste desde el siglo XV en que se encuentra generalizada esta práctica. En la era de las persecuciones se guardaba el sacramento en lienzos o en cajitas que llevaban a sus casas los fieles. En la época de Constantino y en los siglos posteriores inmediatos, se suspendía en una cajita de oro sobre el altar y pendiente del baldaquino o se colocaba ésta en un nicho del ábside en la sacristía o simplemente sobre el altar.