Escultura de un hombre de pie, sobre una base de planta cuadrada, con chaflanes en las esquinas, y otra superior, de planta irregular con bordes pintados de color naranja. El santo de tez amarillenta, tiene mirada pensativa, lleva el cabello corto a la manera que lo usaban los frailes, color castaño.
Su cara es ovalada, la boca chica, viste el hábito azul-grisáceo con el que a veces se representa a la orden franciscana, con esclavina corta y cordón a la cintura, éste al igual que los filos de la vestimenta son dorados. En la mano izquierda sostiene un libro (que a la vez apoya en el abdomen). La derecha hacia el frente, con el puño casi cerrado, indicando que sostenía algo. Se le venera como San Antonio de Padua, sin embargo ha perdido la vara florida y al Niño Jesús (que va sobre el libro).
F. Roig, Iconografía de los Santos, 1950. p. 47
Observaciones del bien mueble
Se localiza en la Sacristía. En varias zonas ha perdido la capa pictórica.