La figura representa a un hombre joven, imberbe, con tonsura monacal, sus ojos son de vidrio y pestañas de pelo natural. Viste hábito café, con capuchón ceñido a la cintura con un cordón nudoso; va descalzo. En la mano izquierda lleva al Niño Dios sentado, cuya mano derecha alza ligeramente como en acción de bendecir.
Observaciones del bien mueble
La indumentaria del Niño Dios es de factura reciente.