Representación del santo franciscano nacido en Lisboa en 1195, pero muerto en la ciudad italiana de Padua en 1231 a la edad de 36 años.
Se lo representa joven con hábito y, generalmente, con el Niño Jesús en brazos, como en este caso. El Niño aparece sentado sobre un libro en clara alusión a la aparición que tuvo mientras meditaba.