De pie, viste el hábito pardo de los franciscanos, ceñido con el cordón. Negro en sus encarnaciones, de pelo corto y rizado. Aunque en las manos no tiene nada, su postura es de sostener sus atributos, que son un crucifijo, un corazón inflamado o instrumentos de labranza; bajo su pie derecho aparece una esfera que simboliza el mundo.
Es el patrón de los esclavos negros en América del Sur. Se le conoce también como El Negro ó El Moro.
Observaciones del bien mueble
Le faltan dos dedos (pulgar e índice) de la mano izquierda; ojos de cristal.