Pintura en la que se representa a la Virgen María, rodeada de nubes y de ella sale una luz que la rodea. Está sentada, tiene tez blanca, viste túnica roja, manto azul y velo ocre, con una de las manos sostiene el pecho con dos dedos, (parte del cual está tapado por el velo), del que sale leche. Sobre el regazo y detenido por el brazo izquierdo de la Virgen, se encuentra el Niño Jesús sentado, con las piernas extendidas, cendal blanco que le cubre hasta los pies, torso desnudo; el Niño está dormido, con su cabeza recostada sobre el pecho de su madre, quien le detiene la cabecita con la mejilla. A los pies de ellos se encuentra un monje vestido con hábito, esclavina y capuchón blancos, éste último colocado sobre la cabeza, se encuentra arrodillado. Sobre el suelo, frente a él, varias rosas color de rosa. El personaje, de facciones angulosas, tiene la vista hacia arriba, puesta sobre la Virgen y el Niño, a su boca, semiabierta, llega un hilo de leche procedente del pecho de la Virgen. Los brazos semiextendidos y con una de las manos con la palma hacia arriba y, en ambos casos, los dedos algo separados unos de otros. Se trata de la representación de San Bernardo de Claraval, quien en éxtasis ante una imagen de la Virgen, recibe de ésta un hilo de leche.
F. ROIG, Iconografía de los Santos, 1950, pp. 61.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en el área de bancas. La pintura está desprendida de su bastidor en la parte inferior.
