Las pinturas de la nave del lado del evangelio están dedicadas a san Francisco de Asis y las de la epístola a san Buenaventura. Seguramente los dos santos más importantes para la orden: el primero por ser el fundador y por su humildad, que es la virtud que se destaca aquí y el segundo por ser el gran sabio franciscano, sin embargo, en el momento de ir a ofrecerle el cardenalato, lo encuentran en trabajos humildes en la cocina. Se reproduce la cocina de un convento donde un grupo de frailes realizan tareas domésticas. San Buenaventura se destaca del resto solamente por la aureola. Dos personajes ataviados con importantes trajes rojos -correspondiente a la dignidad de cardenal- traen una indumentaria completa en las manos para entregarlas al santo.
Observaciones del bien mueble
INSCRIPCION: S. BUENAVENTURA RECIBE EL CAPELO DE CARDENAL