Es una escultura mediana de cuerpo entero, que representa a San Diego joven e imberme, de frente, viendo hacia arriba y a su derecha, viste el hábito franciscano, tiene sus brazos flexionados al frente, deteniendo con ambas manos una cruz larga y lisa pegada al pecho. Un detalle especial de ésta escultura de San Diego es que en su pecho derecho se representa la llaga de Cristo, que es un atributo no propio de este santo. Su pierna izquierda está flexionada al frente, bajo el hábito sobresalen sus pies con sandalias. Es una escultura muy bien lograda, de muy buena talla, bien proporcionada, los pliegues y el movimiento de su hábito delatan ser de buen artista. Su base es delgada, lisa y semicilíndrica. Por desgracia está muy repintada.