El Santo Jesuita, Vestido A La Manera Tradicional, Con La Sotana Negra, De Los Miembros De La Compañía, Inspirada En La Vestimenta De Los Canónigos De Osma, Abrochada Al Frente Hasta Los Pies Y Cubierta Con Toca Blanca De Encaje En Mangas, Cuello Y Faldón, Está De Pie Sobre Un Recuadro De Esquinas Achatadas; Calza Los Chapines Propios De Los Predicadores.
El Rostro Es Joven, Imberbe, De Cortos Cabellos Y Sonrientes Labios; Baja La Vista Hacia Su Brazo Donde Generalmente Carga Un Niño.
Los Ojos Son De Cristal Y Presenta Una Fisura El Puente De La Nariz.
En El Cuello, Se Marca Claramente La Manzana De Adán Y Junto A La Sotana Se Ve Una Fractura Del Encarnado.
Observaciones del bien mueble
Se guarda en el anexo sin que se le de importancia alguna.
Le falta el niño que generalmente sostiene en su brazo izquierdo.
Más que al niño, parece haber sostenido un crucifijo; si asi fue entonces se trata de San Luis Gonzaga.