Escultura de un hombre de pie, de la que sólo se aprecia la cara y manos. Imberbe, con expresión de aflicción, cabello ondulado y castaño oscuro. En una de sus manos lleva una cruz de un travesaño y larga, en la otra sostiene un libro; lleva aureola dorada. Se le venera como San Felipe; pero no presenta los atributos de este Santo.
F. ROIG, Iconografía de los Santos, 1950, pp. 108.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en un nicho al centro del retablo, por ser el patrono del templo. Las vestimentas son de confección reciente.