La escultura representa a un hombre joven imberbe con hábito franciscano, con su mano derecha sostiene una cruz y tres lanzas. Se trata de una escultura de estilo neoclásico con ojos de vidrio. Los atributos corresponden a San Felipe de Jesús, quien fue un franciscano que nació en la Ciudad de México en 1572. Viajó como misionero a Manila y Japón. Murió atravesado por lanzas el 5 de febrero de 1597 en Nagasaki, Japón; fue beatificado en 1627 y canonizado en 1862, fue el primer santo mexicano.