La imagen de san Francisco, de gran tamaño, se encuentra en medio de la tela, ocupando casi todo el alto de la misma. El único elemento extraño a la figura es una mesa alta donde se apoya un libro y sobre él una disciplina. Es evidente que está haciendo referencia a la regla escrita por san Francisco para la orden y la severidad extrema de la misma. Además del hábito raído, el santo tiene los estigmas en las manos, los pies y el costado. Sostiene con ambas manos un cráneo. Su cabeza se inclina hacia un lado, la mirada hacia arriba y en general la imagen es de soledad y tristeza. El barroco convirtió al santo de Asís y a su mensaje en algo muy lejano de sus intenciones originales.
Observaciones del bien mueble
En el lateral izquierdo de la foto se puede ver con claridad lo que se ha hecho con estas pinturas: la tela está clavada al bastidor. 0954