Al principio este santo se llamó Juan y cambió su nombre hasta ese entonces inexistente por "Francisco" para recordar, entre tantas razones, el favor de Dios de aprender de modo repentino el francés y celebrar el hecho de convertir a los hombres en francos y libres. Su vestimenta es un hábito pobre de lana con color natural parduzco ceñida por un simple cordón que simboliza la castidad. Su barba recuerda a los místicos hermitaños que se apartaron del mundo, y en el caso de Francisco, para transformarlo quien una vez vió como un serfín imprimía en su propio cuerpo las llagas de la crucifixión, viéndose a si mismo crucificado, y a partir de entonces tener los estigmas de la Pasión como se aprecian en las manos y pies del Santo que además observa con ojos piadosos y la boca entreabierta la cruz que sostiene con sus manos
Observaciones del bien mueble
LA PIEZA TUVO VARIOS PROCESOS DE REPINTADO SIN LA TECNICA ADECUADA.