Pintura que representa al segundo santo más importante de la Orden Jesuita, vestido con el hábito y ropas sacerdotales. Tiene los ojos en lo alto y con las manos abre sus ropas a la altura del pecho para mostrar el fuego que lo inflama de amor.
Tiene un lirio en una de las manos, símbolo de la pureza, que no le es un atributo propio, pero puede hacer referencia al voto de castidad.