Hijo de noble familia navarra, misionero jesuita y miembro del primitivo grupo de seguidores de San Ignacio de Loyola: San Francisco Javier fue pionero de la actividad misionera cristiana en el Extremo Oriente, por lo que tambien se le conoce como el "apóstol de las Indias". Intentó entrar a China, pero cayó enfermo en una isla cercana a la costa junto al río Cantón. Murió en una choza primitiva en compañía de un joven chino. Fue canonizado en 1622, al mismo tiempo que San Ignacio de Loyola, San Felipe Neri, San Isidro Labrador y Santa Teresa de Ávila. Se le representa generalmente predicando, bautizando o curando enfermos. La escultura es de pequeñas dimensiones y presenta el busto del santo. Porta el hábito de la Congregación de los Jesuitas: sotana color negra, alza cuello blanco, estola floreada y bonete. Su rostro joven, barbado muestra la mirada hacia arriba. Generalmente aparece con un crucifijo en la diestra como los misioneros. Su gesto característico es abrir la sotana en el pecho para descubrir su ardiente corazón apostólico.
Observaciones del bien mueble
Pequeña talla que perteneció algún retablo de este templo religioso.