Esta imagen mutilada de San Ignacio de Loyola conserva restos de un finísimo estofado, de dibujo pequeño y un dorado de gran calidad. Lamentablemente ha perdido un brazo y parte del otro, si es que originalmente era de este tamaño. Sin embargo, creo que era una escultura completa y quizás por estar muy maltratada la parte de abajo, se mutiló. La cabeza responde al tipo físico de San Ignacio, que quedó establecido cuando se hizo una mascarilla mortuoria de su cara, con cierta idealización, por supuesto.
Observaciones del bien mueble
Le faltan la mano derecha y el brazo izquierdo. 0917