Escultura que representa a un hombre, de pie, con amplia tonsura y facciones angulosas. Viste el hábito de la orden dominica, con amplio escapulario blanco y capa negra con vivos dorados en las orillas. En su mano derecha sostiene una custodia plateada y la izquierda la tiende hacia adelante, con la palma hacia arriba, en actitud de pedir. Se trata de San Jacinto, santo de la orden de los Predicadores (Dominicos), cuyo atributo personal es la custodia, objeto litúrgico que salvó de un incendio.