Se trata de la representación del padre de María, según los Evangelios apócrifos, como un hombre anciano, de pie, con la rodilla flexionada; va barbado y ataviado con túnica talar. Carece de elementos iconográficos que nos permitan identificarlo, no obstante, este tipo de imágenes, por lo general hacen pareja con Santa Ana y flanquean alguna imagen mariana.