Se trata de la imagen del padre putativo de Jesucristo que es representado como un hombre joven, barbado, vestido de túnica color verde olivo y cubierto de una capa ocre. El santo va calzado de sandalias y con una vara larga y florida. Sostiene en los brazos al Niño Jesús, que se le ha retratado de finos rasgos, con un rostro suave y dulce, de cabello rubio y ensortijado. La escena se desarrolla dentro de un lugar cerrado marcado por un cortinaje y una mesa sobre la que se encuentran un par de duraznos y un flor. El piso de la habitación es un suelo de baldosas cuadradas. En lo alto del lienzo se mira un rompimiento de gloria, con banco de nubes donde se posa Dios Padre. El marco de la obra es una talla en madera con decoración vegetal.
Observaciones del bien mueble
El lienzo presenta faltantes de capa pictórica.
Al momento del levantamiento, la pintura se encontraba en la ciudad de Monterrey, Nuevo León en la exposición "Imágenes de los Naturales"