Esta obra muestra uno de los dolorosos presagios de San José respecto a la Pasión y la aceptación de los dolores por parte de Cristo, aun niño.
El problema de esta imagen es que carece de sutileza, es demasiado burdo presentar a un niño coronado de espinas y cargando una cruz ante la mirada, casi complaciente, de su padre. Es más común encontrar imagenes más simbólicas y sutiles: el Niño Jesús abrazado a una cruz pequeña, el Niño despues de haberse pinchado con unas espinas, o construyendo en el taller una cruz o cargando una canasta con tenazas, clavos y martillo, herramientas todas usadas en la carpintería, pero también instrumentos de la Pasión.
Es posible suponer que esta imagen fuera tomada de un grabado o estampa popular plasmando muy obviamente los tristes presagios de San José. Otra fuente posible, son las visiones de la beata Osanna de Mantua, terciaria dominica, que vió en una de ellas a Jesús Niño con la cruz y coronado de espinas.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en la quinta calle, tercer cuerpo del retablo principal.