La pintura es de forma triangular y carece de bastidor, ya que se encuentra adherida a una de las pechinas de la cúpula del sagrario. La escena representa al Evangelista San Juan sentado entre nubes y leyendo un libro. Frente a él se encuentra un cáliz y una pequeña serpiente, siendo éstos sus atributos más comunes. Se encuentra acompañado por el águila, que se localiza en la parte inferior.