Es una pintura de forma ovalada, en la que está pintado San Juan Bautista de niño, vestido con la piel que lo caracteriza y sentado sobre unas piedras, en el brazo izquierdo apoya su cruz estandarte y a su lado izquierdo se encuentra echado un cordero, por el lado izquierdo del lienzo y hacia el frente corre un arroyuelo.
Observaciones del bien mueble
Según informes del sacristán este cuadro pertenece al Bautisterio.
Materiales constitutivos
Lino, Cola de Conejo, Blanco de España, Rojo Almagre, Pigmentos al óleo