Representación de San Juan Evangelista al pie de la cruz de Cristo. Se le reconoce por el contexto en el que se localiza y por la copa que se le ha colocado en la mano, que rememora la leyenda del intento de envenenamiento que padeció y del que se libró milagrosamente.
Las intervenciones sobre la policromía de la pieza impiden ver otras cualidades formales propias de San Juan como el gesto de aflicción, las posibles lágrimas, o barba un poco más escasa.
Observaciones del bien mueble
Esta pieza esta completamente repintada, lo que demerita sus valores estéticos originales.
Porta peluca de cabello natural. Las ropas son de factura reciente.