Como ya se mencionó en el caso de San Esteban, San Lorenzo forma pareja con el primero por haber sido ambos diáconos. San Lorenzo fue diácono de Sixto II y administró los tesoros de la Iglesia. El emperador Valeriano ordenó su ejecución y fue asado vivo en una parrilla. Ambos personajes visten dalmática, portan la palma de martirio y San Lorenzo lleva la parrilla que invoca su muerte.
Observaciones del bien mueble
Ubicación: Nicho alto del extremo derecho del primer cuerpo de la fachada del Templo de San Francisco Javier