Se trata de la figura de un hombre barbado, ataviado con una túnica rica en decoración fitomorfa, debajo de la cual se asoma el forro en blanco igualmente decorado, va descalzo. Lucas, que porta el halo de santidad, se encuentra sentado y con una pluma sostenida en su mano derecha, mientras que en actitud reflexiva, redacta el evangelio que apoya sobre su rodilla.