Representado de cuerpo entero y ubicado a la izquierda de San Francisco de Borja, aparece ataviado como novicio jesuíta, con sotana negra y alba. Sus manos se vuelven hacia la izquierda como si sostuvieran algo, probablemente un crucifijo ya desaparecido. Según la tradición este santo jesuíta muere a los 33 años al contagiarse de la peste de los enfermos que atendía.
Observaciones del bien mueble
Ubicación: Nicho bajo de la calle derecha del primer cuerpo del retablo de San Francisco de Borja
Materiales constitutivos
madera, pintura, hoja de oro
Técnica de manufactura
Madera tallada, ensamblada, estofada y policromada