Escultura popular, de un hombre de pie, tez oscura, cabello corto y castaño oscuro; De ella solo se aprecia la cara, manos y unos zapatos negros. Esta colocada sobre una base de planta cuadrada. Tiene ojos grandes, cafés y mira hacia el frente. Las facciones y manos son finas, éstas últimas se encuentran colocadas al frente, a la altura de su pecho. Carece de atributos personales para su identificación, sin embargo por el color de la piel se le rinde culto como San Martín de Porres, motivo por el que el ropaje que lleva (aunque reciente) es el del hábito dominico (incompleto) pues este santo perteneció a tal congregación.
F. Roig. Iconografía de los Santos, 1950 p. 194
Observaciones del bien mueble
Las vestimentas que lleva son de factura reciente.