Mariano Perusquía hizo varias piezas para la Catedral. El escultor queretano, discípulo de Manuel Tolsá, estuvo influido por las tendencias neoclásicas de su maestro y de su tiempo al punto de llegar a ser considerado un exponente notable de la escuela del siglo XIX. La pieza está bien conservada aunque presente algunos golpes especialmente en la cruz. La instalación eléctrica del nicho, en que se aloja no se encuetra suficientemente protegida. No requiere restauración