La imagen del santo penitente es una escultura de madera tallada y policromada de notable calidad. Si bien es cierto que sigue un modelo muy preciso en cuanto a la concepción formal de la figura y logra apegarse a una iconografía muy extendida en el siglo XVII, tiene aspectos técnicos notables. Las proporciones anatómicas siguen un cánon, la talla de los brazos y el cuerpo es fuerte pero sin exageraciones, las manos están crispadas y el gesto de la cara denota honda reflexión.