Esta pintura al pie de la peana que soporta la escultura de San Pedro Apóstol, narra un episodio de la vida de San Nicolas Tolentino, lo que permite suponer que anterior a la modificación del retablo, la peana debió pertenecer a una imagen de ese santo.
En la escena se ve al santo con su habito agustino constelado de estrellas, acompañado por dos angeles, que parecen socorrerle y confortarle.