Se trata de una imagen que presenta a san Nicolás Tolentino, religioso agustino nacido cerca de Ancona, Italia. Recibió por nombre Nicolás por la promesa hecha por sus padres si tenían un hijo. Cuando era aún muy joven, ingresó en la Orden de San Agustín, donde rápidamente se hizo célebre por la largueza de sus limosnas y la curación de enfermos. Viste el hábito agustino con una estrella sobre el pecho, ésta lo guiaba de noche cuando iba a la iglesia. Lleva un plato con una perdiz, pues, cuando estaba enfermo, los superiores le enviaron una asada para que repusiera fuerzas. Como el santo guardó abstinencia de carne toda su vida, la bendijo y, entonces, el ave cobró vida y echó a volar. Además lleva una vara de azucenas. Generalmente se asocia a este santo con las almas del purgatorio. Estaba en la cama esperando la muerte cuando se apareció una de ellas para pedirle sus oraciones. Así lo hizo y, al día siguiente, pudo contemplar cómo muchas volaban al cielo.
Observaciones del bien mueble
El lienzo se encuentra muy maltratado, con manchas por escurrimiento de agua que cubren casi la totalidad del personaje.