Esta es la imagen que acompaña al titular de la iglesia, pues San Pablo siempre va junto a San Pedro, como pilares de la iglesia. San Pablo está vestido como obispo, tiene un libro en la mano y la espada en la otra. La cara ha sido terriblemente repintada y el blanco rosado de la base, hace contrastar de una manera demasiado violenta a la barba de un negro intenso y brillante.