Esta pieza, que como la de San Pedro de encuentra limitando el área del órgano tubular se atribuye a Marino Arce. La escultura es de buena calidad y corresponde a las creaciones que fueron características durante el siglo XIX. El San Pablo se encuentra muy sucio; tiene una grieta horizontal a la altura de la rodilla derecha y otra vertical que sale de la cintura. Requiere intervención mediata Requiere limpieza