Es una escultura mediana de cuerpo entero que representa a San Pedro de frente, de edad madura, barbado, con aureola de madera acanalada sobre su cabeza, su antebrazo derecho lo tiene flexionado hacia el frente y para arriba, con su mano detiene las llaves del cielo. Viste con una túnica verde y una capa roja que pasa al frente sobre el pecho, no dejando ver la túnica, que es corta y permite ver los tobillos y los pies que están calzados con sandalias. Su peana es de planta cuadrada, con tres cuerpos, el primero e inferior es liso y recto, el segundo está remetido más angosto y también liso, y el tercero es moldurado con talla en relieve de hojas de acanto. La escultura tiene una calidad de talla buena, sin embargo la proporción está mal, dejando evidente que la cabeza es muy grande, sin embargo la composición, la profundidad y el vólumen de sus vestiduras y manos, dan naturalidad y soltura a la escultura. Está totalmente repintada.
