El personaje representado es alto, extremadamente demacrado y lleva en la mano un crucifijo. La descripción coincide con los atributos propios de San Pedro de Alcántara (1499-1562), franciscano. Le falta en la mano derecha otro atributo (cayado, báculo, etc) que permitan precisar de quien se trata. Sin embargo, es curioso que este personaje pueda encontrarse en un convento de agustinos, Orden con la que el santo no tiene ninguna vinculación y que lleve un habito de agustino de tela (puede ser reciente).
Este santo puede ser vinculado con los carmelitas, ya que fue promotor de la reforma emprendida por Santa Teresa de Jesús.