San Sebastián

Descripción del bien mueble

San Sebastián fue un cristiano del Siglo III, que ingresó al ejército, al servicio del emperador Carino para ayudar a los mártires cristianos sin despertar sospechas. Por este motivo en sus representaciones algunas veces aparecen un yelmo, un escudo, una armadura, elementos propios de esta investidura militar. Los sucesores de Carino, siguieron las persecuciones a cristianos. Diocleciano nombró a Sebastián capitán de una guardia de pretorianos, ignorando su religión. Finalmente fue el mismo Diocleciano quien entregó a Sebastián a un cuerpo de arqueros de Mauritania. Ellos dejaron su cuerpo atravesado por flechas, pensando que estaba muerto, pero todavía estaba vivo y lo rescataron. Luego, el hombre al que todos daban por muerto se enfrentó al emperador para reprocharle su crueldad en el trato con los cristianos. Nuevamente lo mandaron matar y echar su cuerpo a una fosa común. Esta iconografía de San Sebastián se ha repetido infinidad de veces en el arte cristiano. En la Nueva españa fue una de las pocas imágenes que permitía al artista resolver un cuerpo desnudo o semidesnudo y en muchas oportunidades salir muy mal librado del desafio. La falta de un modelo se hace evidente. El cuerpo del santo aparece atado a un árbol atravesado por muchas flechas, sin embargo, la postura es apacible e increíble. Es notoria la importancia del paisaje, que es elevado y ocupa casi la mitad de la obra, además del árbol al que está atado el santo, que supera su altura y llega hasta el borde superior de la pintura.