La imagen representa a un hombre, de pie; joven, imberbe, cubierto sólo con un cendal. Parece estar atado a un tronco que está a su espalda. Tiene perforaciones en las piernas, abdomen, cuello y brazos.
San Sebastián. Oficial de la Guardia Palatina de Dioclesiano. Acusado de cristiano fue asaeteado. El atributo personal desde la Edad Media es una saeta y un arco entre sus manos. Desde el siglo XV los artistas lo presentan desnudo, joven, imberbe con las manos atadas al tronco de un árbol que tiene detrás y ofreciendo su noble torso a las saetas del verdugo.
F. Roig.
Iconografía de los Santos, 1950, pp. 246.